domingo, 22 de abril de 2012

EL PENE DE NAPOLEÓN


Aun antes de la muerte de Napoleón Bonaparte Ramolino acontecida en la Isla de Santa Elena, colonia inglesa situada en el Atlántico a 1900 km de África y a 2900 km de Brasil, el 5 de mayo de 1821 y tras su derrota en Waterloo el 18 de junio de 1815, las posesiones personales del Emperador francés fueron expuestas en distintas partes de Inglaterra. Todo o casi todo el mundo sabe que gran parte de los restos de Napoleón reposan bajo la cúpula de "los inválidos en París". Decimos ello porque de seguro hay una parte del cuerpo del Emperador que no ha alcanzado el eterno descanso, nos referimos al pene de Napoleón. La historia ocurrió en la Isla de Santa Elena, lugar al que fue desterrado por los ingleses y donde quemó el último cartucho de su vida. Al fallecer  el mismo sacerdote que le había procurado el sacramento de la extremaunción, el clérigo Vignali ordenó durante la autopsia al Dr. Francesco Antomarchi que cortara el miembro del soberano. 

Acerca de la amputación del pene de Napoleón se desconoce cual fue la razón, algunos sostienen que el clérigo nunca perdonó a Napoleón que lo acusara públicamente de impotente. Otros sostienen que quiso convertir el órgano en un objeto de recuerdo o “souvenir”, entendiendo que en la época en que murió Napoleón los restos físicos de los famosos ejercían una fuerte atracción sobre el público. Se sabe por testimonio del médico Frank Richardson que el pene cortado fue introducido en una caja cubierta de terciopelo y entregada al capellán de Napoleón, Angel Paul Vignali. Además del pene se sabe que había otras partes corporales sustraídas de su cuerpo, como dos trozos intestinales adquiridos tiempo después por el Museo Real del Colegio de Cirujanos de Inglaterra en 1841. Estos trozos fueron destruidos en la Segunda Guerra Mundial durante un ataque aéreo.

Regresando al miembro viril de Napoleón, al parecer fueron tres las personas involucradas en la mutilación: Vignale, el Dr. Antomarchi y el sirviente personal de Napoleón llamado Alí, quien así lo admitió en sus “Memoirs”, publicadas en “la Revue de Mondes” en 1852, quien agrega que el pene fue disecado posteriormente a la castración. Muerto Vignali sus herederos vendieron el pene en 1916 por la suma de 2,000 dólares a un bibliófilo de Filadelfia llamado A. S. W. Rosenbach quien expuso el pene napoleónico en "el museo de arte francés" de New York. En 1976 el urólogo norteamericano y entonces profesor del Columbia University College, John Kingsley Lattimer lo adquirió en una subasta en París por el nada desdeñable precio de 4,000 dólares ( otros dicen $ 40,000), decimos nada desdeñable pues en el año 1972 la Casa Christies lo había ofrecido en una subasta histórica, sin que nadie muestre interés en adquirirlo. Así el órgano de Napoleón pasó a integrar parte de la extensa y excelsa colección de fetiches del norteamericano, entre las que destacaban el cuello de la camisa ensangrentada con la que murió Abraham Lincoln en el teatro Ford, una ampolla de vidrio que contenía la dosis de cianuro  del nazi Hermann Göring, tomada por el comandante de la Luftwaffe al suicidarse antes que ir a la horca y varias pinturas con la firma de Adolf Hitler.

Según los datos de Lattimer “el tamaño del pene era de 4,1 cms y en erección alcanzaría un máximo de 6,6 cms”.Se sabe que el emperador francés padeció de un desorden endocrino, el cual limitó el crecimiento normal de sus genitales. Se casó dos veces y tuvo un hijo (algunos dicen dos),y a pesar de tener un miembro viril muy pequeño, era un amante incansable y alla por donde iba conquistaba a una mujer casada o  comprometida. Estos datos pueden ser un consuelo para aquellas personas que piensan que el éxito amatorio reside en la longitud del miembro. Al morir el urólogo norteamericano el 13 de mayo del 2007, en Englewood, New Jersey a los 92 años, el órgano pasó a manos de su hija Evan Lattimer, quien conserva el pene de Napoleon, en una caja de piel, con una “N” coronada grabada y quien a llegado a rechazar ofertas de hasta 100,000 dólares por el mismo. Quienes han visto el pene de Napoleón afirman que menos un aparato reproductor masculino parece de todo: un zapatito viejo, una anguila retorcida, la naricita de un bebe, etc.
Es posible que nunca sepamos con certeza si el objeto atesorado por la familia Lattimer estuvo alguna vez unido al cuerpo de Napoleón o no. Algunos historiadores ponen en duda que el médico hubiera podido escamotear el órgano con tanta gente entrando y saliendo de la estancia donde el emperador falleció, otros sugieren que tal vez que el sacerdote Vignali hubiese ordenado cortar una muestra parcial. Lo cierto es que muerto Napoleón su órgano sexual sigue dando mucho que hablar.

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