Taytachay, Amarúy…mana
qonqana, wiñay Amarúy”
(“Mi padrecito, mi
Amarö…mi eterno e inolvidable Amarö”)
José María Arguedas.
Hace muchos
años atrás, al ingresar al baño de Sociales en la Pontificia Universidad
Católica del Perú observe un graffiti en la pared que decía:
”VAMOS POR PARTES”
(Autor: Túpac Amaru II)
Aún recuerdo
que sonreí por la graciosa creación intelectual, pero años después ya inmerso en el mundo de la docencia me di cuenta con
bastante preocupación que la mayoría de alumnos en el Perú creían como una
verdad absoluta que Túpac Amaru II había muerto descuartizado por cuatro caballos, este motivo y no
otro me ha llevado a escribir hoy sobre la forma en que realmente murió este
personaje de la historia peruana.
El día
viernes 18 de mayo de 1781, a la hora de la Misa Mayor, fue ejecutado por las
autoridades españolas el líder indio José Gabriel Condorcanqui autodenominado
Túpac Amaru II porque según él descendía por línea paterna de Juana Pilcowaco,
hija de Túpac Amaru, el último de los Incas de Vilcabamba , ajusticiado por el
virrey Francisco de Toledo en 1572.
La ejecución
del cacique de Tungasuca, Surimana y Pampamarca se produjo en la plaza de
Wacaypata, la antigua plaza del Pregón de los Incas. Antes que le llegue su
turno, Túpac Amaru II y tal como señalaba la sentencia fue obligado a
presenciar la tortura y asesinato de sus aliados y amigos, de su hijo mayor y
de su esposa, la zamba Micaela Bastidas Puyucahua. Un día antes, el 17 de mayo
a las 9 de la mañana, el visitador Areche había ordenado el ahorcamiento de José Amaro, Miguel Ancco, Miguel Meza, Pedro
Mendigure, Ramón Ponce, Francisco Torres, Gregorio Enríquez, Pedro Mamani e Isidoro
Puma. El día 18, José Gabriel fue mudo testigo como a Diego Berdejo, Vicente Castelu y Antonio
Bastidas los ahorcaban en forma simple,
arrojándolos de lo alto de una escalera, vió como al ex esclavo negro Oblitas, verdugo
del odiado corregidor Arriaga, se le arrastraba con una soga hecha de esparto
al cuello antes de ahorcarlo y como su cuerpo inerte fue descuartizado. A la
cacica de Acos, Tomasa Tito Condemayta la vio morir agarrotada sobre un
tabladillo dispuesto con un torno de hierro. Fue testigo también del
ajusticiamiento de su anciano tío don Francisco y de su hijo mayor Hipólito
Túpac Amaru a quienes antes de ahorcarlos les cortaron previamente la lengua. Cuando
su mujer Micaela Bastidas subió al tablado su dolor debió ser eterno, como
cuando vio morir a su hijo, pues se dice que no hay peor dolor para un padre
que ver morir a su hijo. Se dice que la ejecución de Micaela fue insufrible,
pues debía morir con la pena del garrote vil u horca manual, pero teniendo el
cuello muy delgado, el torno no logró ahorcarla. ”Para acelerar su ejecución fue necesario echarle lazos al cuello,
tirando los verdugos de ambos extremos. Como esto fuera todavía insuficiente,
haciendo honor a su profesión, los verdugos la remataron dándole de patadas en
el estomago y los senos hasta que expiró”.(Carlos Daniel Valcárcel: La
rebelión de Túpac Amaru). Ya muerta Micaela, el verdugo para completar la
escena de horror, le cortó la lengua. Presidía la “función” el visitador José
Antonio de Areche, el mismo que en su prisión había tratado de convencerlo para
que delatase a sus aliados consiguiendo como respuesta del jefe indio:” aquí no hay más cómplices que tu y yo; tu
por opresor, y yo, por haber querido liberar a mi pueblo de semejante tiranía, ambos
merecemos la muerte”.
Conducido al
patíbulo, su aniquilamiento físico era evidente, producto de los tormentos, de las torturas a las cuales se les había
sometido en su prisión. Valcárcel dice:
“Con repetidos tormentos sus verdugos llegaron a quebrarle un brazo”. Ya en
el patíbulo los verdugos le abrieron la boca y le cortaron la lengua. Le quitaron
grilletes y esposas y arrojado al suelo, lo colocaron con la cara hacia el
firmamento. Cuatro caballos cabalgados por mestizos fueron acercados. Sendos
lazos sujetaron las extremidades del reo a las cinchas de los cuadrúpedos. Terminados
los preparativos se dio una señal, partiendo los jinetes hacia los cuatro
puntos cardinales, espectáculo que como dice un testigo anónimo”…jamás se había visto en esta ciudad”. Increíblemente
los encabalgados no pudieron avanzar más allá de la extensión de sus lazos,
porque la fortaleza física, aunque diezmada, de José Gabriel resistió
victoriosamente el sacrílego intento de fragmentarlo. Por breves instantes
Túpac Amaru se batió en el aire cual si fuera una araña gigantesca. Su pequeño
hijo Fernando, agobiado por aquel cruelísimo trance, emitió un grito tan lleno
de angustia que ha quedado grabado en la historia como una elocuente protesta
de tan salvaje ejecución. Un testigo anónimo dice: “Este día concurrió un crecido número de gente, de que entre tanto
concurso no se veían indios, a lo menos en el traje mismo que ellos usan y si
hubo algunos estarían disfrazados con capas o ponchos” . Al ver el
visitador Areche la excesiva demora en la ejecución del reo, acaso “movido por
la compasión”, ordenó decapitarlo. El Inca fue conducido al pie de la horca y
descuartizado. Su cabeza se envió a Tinta .Los brazos: uno a Tungasuca y el
otro a Carabaya. Las piernas: una a Santa Rosa ( actual provincia de Melgar,
Puno),y la otra a Livitaca (actual provincia de Chumbivilcas en el Cusco). Los
cuerpos de Túpac Amaru-privado de la cabeza y extremidades-y de doña Micaela Bastidas-conservando la cabeza y una pierna-fueron conducidos al cerro de
Picchu para ser quemados y sus cenizas arrojadas al aire y al río Chunchullmayo
afluente del río Huatanay. Como corolario final, el visitador Areche mandó
poner en aquel lugar una lápida recordatoria. Los miembros de los otros reos
fueron en parte distribuidos en diversos pueblos, como ejemplar sanción y “eterna memoria de los delitos nunca vistos
ni oídos en otros reinos”. Por ejemplo, los brazos de Micaela Bastidas
fueron enviados a Tungasuca y Arequipa y una pierna a Carabaya, la cabeza de
Tomasa Tito Condemayta fue enviada al pueblo de Acos, donde ella había sido
cacica. Por último se recomendó que la descendencia de Túpac Amaru sea
extinguida hasta el cuarto grado de parentesco.
Esta imagen se acerca más a la forma como murió Túpac Amaru II, el 18 de mayo de 1781 en la plaza de Armas del Cusco.
Dedicado a Naomi Díaz Lara
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muy interresante
ResponderEliminarmalditos españoles
ResponderEliminarHola entre aqui a través de un enlace en la pág de facebook Histrollia del Perú, le escribo por que hoy leí este reportaje del diario ABC, acerca de la verdaderas caracteríscas de Francisco Pizarro y su relación con la población nativa, me gustaría saber su opinión y veracidad de lo que se lee aquí.
ResponderEliminarhttp://www.abc.es/cultura/20131028/abci-pizarro-martin-rubio-biografia-201310262023.html
Es ese tipo de informacion que uno realmente valora, por que es cierto nuestra historia esta llena de mentira, que pocos se atreven a develar, lo cierto es que los peruanos somos tan testarudos que aveces nos negamos a creer lo cierto y nos aferramos a la mentira.
ResponderEliminarmuy cierto los peruanos debemos de leer mucha cultura general.
ResponderEliminarpresenciamos la fortalesa de tupacamaru
ResponderEliminarTODOS SABEMOS QUE TUPAC AMARU ERA UN MASON PRO INGLES
ResponderEliminarasi parece de acuerdo a estudios actuales
EliminarLa gesta de Túpac Amaru vista por Alexander von Humboldt
ResponderEliminardice entre tras cosas que era hijo de un cura español
sin duda esta es la verdadera forma como murieron los participes de esta gesta revolucionaria,para los que dudan esta escritos en actas firmadas por los jueces que siguieron el proceso y dictaron la sentencia contra los revolucionarios,estos se encuentran en los archivos de la bibilioteca.
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